Recuerdo que estuvimos sentados en mi cama observándola.
-¿Cuánto la pagaste?- me preguntó.
-Mil quinientos pesos- respondí.
Recuerdo que hiciste un gesto de como "ni en pedo pago esa plata por una valija" y yo dejé salir una sonrisa de costado.
-Planeo amortizarla bien, ¿sabes? Está en mis planes viajar tanto, tantísimo para que cada vez que vea a esa valija me recuerde el esfuerzo de trabajar para pagar momentos y no las cómodas cuotas que me facilitaron obtenerla.
Asentiste dándome la razón y como yo sabía que vos tenías un viaje acercándose, bromeé con prestártela en lo que mirábamos los detalles rosados que la maleta tenía.
Nos quedamos un rato en silencio.
-Hay un mundo enorme allá afuera por descubrir- agregué en lo que me volteaba para verte los ojos- Incluso acá, en ésta habitación, fuera de mi. Acá con vos.
-¿Cuánto la pagaste?- me preguntó.
-Mil quinientos pesos- respondí.
Recuerdo que hiciste un gesto de como "ni en pedo pago esa plata por una valija" y yo dejé salir una sonrisa de costado.
-Planeo amortizarla bien, ¿sabes? Está en mis planes viajar tanto, tantísimo para que cada vez que vea a esa valija me recuerde el esfuerzo de trabajar para pagar momentos y no las cómodas cuotas que me facilitaron obtenerla.
Asentiste dándome la razón y como yo sabía que vos tenías un viaje acercándose, bromeé con prestártela en lo que mirábamos los detalles rosados que la maleta tenía.
Nos quedamos un rato en silencio.
-Hay un mundo enorme allá afuera por descubrir- agregué en lo que me volteaba para verte los ojos- Incluso acá, en ésta habitación, fuera de mi. Acá con vos.