Hace tres años que decidimos juntarnos a tomar un café en Starbucks. Ninguno de los dos sabía muy bien que esperar del otro.
Hacía mucho tiempo que nos conocíamos pero por cuestiones de la vida nos habíamos distanciado y no sabíamos nada de nuestras respectivas vidas.
Tomamos ese café y de repente nos encontramos hablando sin parar, con una química que no se había corrompido con el paso del tiempo y me sentí tan cómoda pudiendo decirte cosas que a nadie le había contado y vos lo mismo.
Salimos de la cafetería y ninguno de los dos quería terminar esa salida; seguimos caminando y terminamos en un bar tomando unas cervezas con una picada de por medio.
"Deberíamos juntarnos más seguido" - sentencié y vos asentiste.
Esa típica frase protocolar que uno siempre dice para que realmente las personas se junten más seguido pero que suele quedar en lo efímero.
Por suerte somos dos personas de palabra; cumplimos con lo que hacemos y decimos y hoy, luego de tres años, no me imagino que sería yo sin vos.
Sin tu risa, sin tus consejos, sin tus mimos ni tus abrazos, sin tu compañía pero lo que si, no puedo ni imaginar, es que haría sin tu cuidado.
¿Se puede amar a un amigo?. Si, se puede y yo te amo.
Apareciste en un momento tan justo de mi vida, como un enviado de algo que excede nuestros poderes.
Sos muy importante para mi.
Por eso te pido, no te pierdas más.
Ni hoy, ni nunca.
Hacía mucho tiempo que nos conocíamos pero por cuestiones de la vida nos habíamos distanciado y no sabíamos nada de nuestras respectivas vidas.
Tomamos ese café y de repente nos encontramos hablando sin parar, con una química que no se había corrompido con el paso del tiempo y me sentí tan cómoda pudiendo decirte cosas que a nadie le había contado y vos lo mismo.
Salimos de la cafetería y ninguno de los dos quería terminar esa salida; seguimos caminando y terminamos en un bar tomando unas cervezas con una picada de por medio.
"Deberíamos juntarnos más seguido" - sentencié y vos asentiste.
Esa típica frase protocolar que uno siempre dice para que realmente las personas se junten más seguido pero que suele quedar en lo efímero.
Por suerte somos dos personas de palabra; cumplimos con lo que hacemos y decimos y hoy, luego de tres años, no me imagino que sería yo sin vos.
Sin tu risa, sin tus consejos, sin tus mimos ni tus abrazos, sin tu compañía pero lo que si, no puedo ni imaginar, es que haría sin tu cuidado.
¿Se puede amar a un amigo?. Si, se puede y yo te amo.
Apareciste en un momento tan justo de mi vida, como un enviado de algo que excede nuestros poderes.
Sos muy importante para mi.
Por eso te pido, no te pierdas más.
Ni hoy, ni nunca.